El mito del sacrificio
El sacrifico está tan asociado al amor que llegamos a creer que la infelicidad o la incomodidad del otro es una muestra de afecto, y que el éxito de nuestras relaciones está basado en este acto de renuncia. Las grandes historias de amor nos muestran nimias y trascendentales renuncias. Comúnmente, la idea de considerar al amor como fuente de sufrimiento se ha aprendido de generación en generación. El sacrificio, tan bien valorado por la sociedad, es base de muchos de nuestros vínculos. A lo largo de la historia la religión validó el sacrificio como algo sublime y loable. Según Edward B Tylor, en los orígenes de las civilizaciones, el hombre primitivo tomó noción del alma, “animismo”. Al intentar congraciarse con esos seres superiores ya que creían que la ira de ellos era la causa de sus calamidades, optaron por hacer ofrendas, para lo cual sacrificaban sus posesiones tales como vegetales, animales, hasta humanos (como es el caso de las culturas Mayas entre otras). Según Frazer a